Para un bronceado sin riesgos en el verano, son necesarios y básicos los filtros solares y la prevención. Los filtros se identifican según su índice de protección, los cuales oscilan entre los dos hasta los cincuenta, para abarcar todos los tipos de piel. Para que entiendas mejor, un índice de diez quieres decir que la piel resistirá  sin quemarse diez veces más tiempo del que podría estar si no se usa protección.

Los primeros días de verano y de sol, son los más peligrosos así que se debe utilizar una protección de índice elevado, el cual puede ir bajando mientras los días y semanas de exposición al sol pasan.

¿Sabes que hay puntos de tu piel que son más frágiles al sol y pueden sufrir mayores problemas? Como la piel que cubre todo el contorno de tus ojos, los parpados, son extremadamente finos y sensibles.  Los parpados disponen de pocas glándulas sebáceas y carecen de protección natural. Por estas razones se recomienda que en esta zona se haga uso de protectores con pantalla total. Mientras que en el resto de la cara se aplica un bronceador con una formula específica para cara.

Si tu cuello y escote es expuesto a los rayos solares sin la protección adecuada, puede provocar la aparición de manchas rojas y granos. Para evitar estos problemas es necesario que uses un bronceador con índice de protección bastante más alto que el que utilices para el resto de tu cuerpo, con excepción de los parpados.

Si ya has observado manchas faciales en tu cuerpo, es porque existen alteraciones de la melanina cutánea  que no se broncea de manera uniforme, o también puede ocurrir luego de una depilación facial agresiva. Por esta razón, debes tomar cuidados especiales sobre todo en las primeras exposiciones solares, utilizando un bronceador con índice de protección elevada superiores a  15. Antes del bronceador, debes aplicar una dosis extra de crema hidratante.

Los filtros físicos que se incorporan en los bronceadores, se elaboran con minerales como el dióxido de titanio, la cual forma una fina capa reflectora sobre la piel. Los filtros físicos ayudan a rechazar la radiación solar  con gran eficacia y seguridad.

Los filtros químicos se utilizan en concentraciones muy bajas, ya que se funden en la piel y pueden provocar reacciones alergias en cutis muy sensibles.

Recuerda, cada verano y en los primeros soles debes cuidar de tu piel y salud de los rayos solares. Además de usar protección en la piel también utiliza sombreros para cubrir tu cabeza del sol.

Protección del Sol

Foto: vitadelia.com

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