Si las circunstancias lingüísticas o históricas lo hubiesen permitido, al jitomate que se hizo muy famoso desde la península de Yucatán se le hubiera podido aplicar perfectamente el nombre de “Don” Tomate. Porque esta fruta es una de las mejores referencias que se pueden hacer dentro del marco de la salud, pues su acción protectora, limpiadora y refrescante lo convierten en uno de los aliados más importantes de la salud. Además, tiene como principal aliado de que su uso en las ensaladas de diverso tipo que se hacen en muchas cocinas tanto hogareñas como de prestancia, lo convierten en una gran referencia a la hora de incluirlo dentro de los valores alimenticios.

Las propiedades del tomate van desde la colaboración directa en los casos de reducción de peso, en donde este ocupa una parte esencial dentro de los programas de dieta que siguen a un programa de adelgazamiento. Pero incluso en aquellas ocasiones en donde se necesita aumentar de peso, el tomate puede ser un buen complemento a la hora de utilizar ciertos frutos y productos que hacen que no se pierda la concentración de vitaminas, sales, minerales, y otros elementos básicos con el fin de no crear en el organismo una descompensación peligrosa o que resulte muy incómoda para los procesos internos.

Además de estas grandes propiedades que tienen que ver con la colaboración directa del peso para poder obtener salud, el tomate también está incluido dentro de la lista de lo alimentos que contribuyen al buen funcionamiento y apariencia de la piel. Esto se debe a que el líquido que desprende el tomate al parecer tiene una acción positiva sobre las células epiteliales al igual que su cáscara, lo que contribuye formalmente al fortalecimiento del epitelio y lo que hace que también en algunos casos el pelo y las uñas también se vean de una mejor manera.

Aunque parece que esto es una acción propia de casi todos los vegetales, en el tomate es más notoria la contribución de esta clase de propiedades porque este es uno de los frutos aparte de las frutas que se empezó a  extender de una manera considerable alrededor del mundo, y cuyas fuentes testimoniales empezaron a hacerse más fuertes a medida que grandes poblaciones se vieron más rozagantes en estas áreas corporales por su gran consumo. Por lo pronto, el uso se haría con los años muy popular dentro de los primeros casos de frutoterapia, como quiera que la medicina estética empezara a ver con buenos ojos la inclusión de esta ayuda.

La gradual eliminación de las grasas, el establecimiento de fuentes proteínicas y de gran y saludable impacto dentro de la constitución del tomate, ha hecho que esta opción vaya ganando cada vez más adeptos dentro del amplio mundo de los comensales que quieren conocer de primera  mano una gran cantidad de posibilidades para poder mejorar su apariencia y tener más probabilidades de vivir saludablemente. Por eso el título de «Don» Tomate a la verdad no nos parece exagerado sino apropiado, y todo gracias a su forma y sabor realmente únicos.