El acné puede tener distintas causas de aparición: predisposición genética, un desequilibrio hormonal normal del paso de la niñez a la adolescencia, la aparición de ciertas enfermedades, etc. Sea cual sea la causa del acné, existen tratamientos específicos para combatir esta antiestética y para muchas personas molestísima erupción cutánea, los cuales dependiendo del grado de asimilación del paciente pueden tener un cierto grado de éxito. Sin duda que los medicamentos más famosos en contra del acné tienen como base el peróxido de benzoilo, elemento antaño en la lucha contra los granos y espinillas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Este químico trabaja secando el contenido interno de los granos que están rellenos de materia, pus, agua, y en donde habita una bacteria conocida con el nombre de Propionibacterium acnes que se alimenta de los ácidos grasos del sebo secretado por los poros. Se trata de un compuesto muy fuerte este peróxido de benzoilo, por lo que su aplicación netamente tópica, es decir que sólo debe usarse en el exterior del organismo y en partes específicas, lo hacen inválido automáticamente para su contacto con los ojos y el cabello por ejemplo. Otra fórmula utilizada en contra del acné es la llamada clindamicina.
La clindamicina es un antibiótico que funciona ostensiblemente en casos de acné severo, debido principalmente a que es un combatiente de las infecciones causadas por bacteria del tipo anaerobio que son precisamente a las que pertenece la propionibacterium acnes. Tanto el peróxido como la clindamicina se pueden encontrar juntos en distintos medicamentos, complementando el uno la acción del otro. Ahora, respecto a tratamientos para el acné comprobados que pueden aligerar un poco este estado de erupción, estos son algunos de los más utilizados. La profusión de granos hace que en algunos casos se empleen toallas vaporizadas que se colocan en el rostro de la persona afectada.
Esto contribuye a que los granos sequen rápidamente y tras ello, se prevenga con más eficacia la aparición de las llamadas marcas en la piel. Otro de los tratamientos utilizados para combatir el acné es la irradiación de luz azul producida por bombillas fluorescentes sobre la piel afectada. El procedimiento se puede hacer en varias sesiones controladas de algunos minutos por día. Las mascarillas caseras, algunas a base de arcilla y cebolla, otras a base de miel de abeja, aloe, platano y yogur, son también prescritas para combatir el acné.
Recuerde que usted debe consultar primero, en cualquier caso, con un dermatólogo de confianza para la aprobación de estos procedimientos.
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