La anemia ocurre cuando no hay suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno por todo el cuerpo. Hay más de 400 tipos de anemia que van desde las causadas por trastornos nutricionales, como también los trastornos de la sangre, las enfermedades crónicas y los parásitos. Pero te preguntaras si la anemia nutricional esta directamente asociada con la malnutrición y la pobreza. Bueno, no necesariamente. Los primeros síntomas de la anemia incluyen letargo, falta de actividad, pérdida de apetito e irritabilidad. Más tarde, las manifestaciones son cansancio excesivo, falta de aliento, las palpitaciones elevadas, el pulso rápido, una marcada palidecen los párpados inferiores y las uñas blancas. Aparte de los síntomas comunes, los diferentes tipos de anemia causados por diferentes deficiencias nutricionales se manifiestan en diferentes maneras.
La anemia se puede detectar solamente a través de un análisis de sangre que mide los niveles de hemoglobina, el hematocrito o el volumen celular aglomerado (VCA). Cuando los primeros síntomas son vistos durante el examen preliminar de los médicos clínicos se ponen en alerta ante la posibilidad de la anemia por la deficiencia de nutrientes.
Entre las diversas causas de anemia, la deficiencia de hierro se considera la anemia más común de todas. Este tipo de deficiencia se produce cuando no hay suficiente hierro en el cuerpo para fabricar hemoglobina. Cuando los niveles de hierro son insuficientes, el nivel de este componente de la sangre vital cae, sacudiendo el delicado equilibrio de los varios sistemas del cuerpo. La depleción de hierro puede convertirse en anemia por deficiencia de hierro y están sumamente relacionados. Las reservas de hierro en el cuerpo se agotan por inmersión cuando hay pérdida de sangre a un ritmo mayor que el cuerpo puede reponer en escenarios tales como: períodos menstruales abundantes, hemorroides y otras condiciones. Esta deficiencia también puede ocurrir debido a la ingesta insuficiente de hierro en la dieta o la mala absorción de hierro de los alimentos. Para solucionarlo deberás comer bastantes alimentos ricos en hierro. Las buenas fuentes de hierro en la dieta son los vegetales, el azúcar morena, tés de hoja verde, dátiles secos, hígado, albaricoque, aguacate, las bajas, legumbres, semillas de sésamo, carne, pollo y pescado.
Los requerimientos de hierro también suben durante el embarazo ya que el volumen de sangre aumenta de forma espectacular. Con el aumento en los glóbulos rojos, la necesidad de hierro para la producción de hemoglobina en el organismo aumenta de forma natural. Los consejos del médico te puede dar para controlar la anemia durante el embarazo tiene profundas implicaciones para tu salud: aumento de la mortalidad y morbilidad materna, crecimiento intrauterino, retraso y el nacimiento.
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