Hablaremos de los tratamientos para combatir la obesidad, la cual es una enfermedad que se caracteriza por el exceso de peso y el desmedido aumento de la masa corporal en una persona debido a hábitos alimenticios malsanos, falta de actividad física y, en una menor proporción, problemas relacionados con alguna afección en particular, desordenes hormonales y herencia.
La obesidad se divide en tres tipos, todos ellos dependiendo del grado de masa corporal pasando de la gordura tradicional a la llamada obesidad mórbida, donde la persona es, literalmente, prisionera en su propia carne. Hay muchos tratamientos para la obesidad, sin embargo, que pueden llegar a combatir esta afección y el éxito de cada uno de ellos depende de la confianza y el grado de compromiso del paciente frente al problema que, consciente o no, ha acarreado hacia su cuerpo.
El primero de los tratamientos para la obesidad es la tradicional dieta para adelgazar (recordemos que el término dieta por si sólo para un plan de adelgazamiento es inadecuado, pues esta palabra hace referencia a todo lo que una persona come, independientemente de su estado físico). Hay personas que han iniciado por sí solas un régimen de acuerdo a sus capacidades de ingestión y a su estilo de vida y han tenido éxito, pero mientras se pueda es necesario consultar la opinión y el análisis de un nutricionista cualificado que dirá a la persona su estado real. Hasta ciertos tipos de gordura, tratamientos estéticos como la vacumterapia, la gimnasia pasiva, los masajes y la sauna, pueden obrar maravillas en el cuerpo de una persona obesa. Pero aclaremos que estos procedimientos por sí mismos no bastan para garantizar una figura más esbelta: el (la) paciente debe tener claro que si no complementa estas acciones con unos mejores accionares cotidianos respecto a su alimentación y “modus vivendi”, todo esfuerzo por adelgazar será en vano.
Se ha creído que la acupuntura, el yoga y hasta ciertas técnicas de artes marciales para personas con poca flexibilidad son adecuados para el adelgazamiento. La ciencia médica pone en duda estas factibilidades, sobre todo la de la acupuntura, que más bien propende junto a las demás supuestamente por el equilibrio interno de la persona.
Otros tratamientos para la obesidad están basados en pastillas para reducir el apetito, jugos especiales para equilibrar el metabolismo y otros componentes similares basados en productos naturales. Hay en algunos casos resultados sorprendentes, pero sólo actúan sobre el tejido adiposo y no contribuyen al enriquecimiento nutricional. Las fajas son consideradas otra intervención provisional, que ayudan al mantenimiento temporal de una estética pero no a la reducción de medidas.
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